Enfermedades sistémicas y glaucoma

Isabel Obret Mendive, Yuderkys Díaz Águila, Lizet Sánchez Acosta, Daylin Cárdenas Chacón, Francisco Y. Fumero González

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Resumen

El glaucoma, considerado el ladrón silencioso de la visión, es la segunda causa de ceguera irreversible en el mundo. A pesar de los avances científicos y tecnológicos no se ha encontrado una cura definitiva para esta enfermedad. Lo más evidente ha sido el control adecuado de los valores de presión intraocular para evitar la progresión del daño del nervio óptico y sus consecuencias en el campo visual, así como la ceguera irreversible. En muchas ocasiones logramos tener la presión intraocular en valores óptimos y aun así la enfermedad avanza, por lo que nos preguntamos qué falló y por qué sucede. No podemos olvidar que el nervio óptico no es lo único que se altera en esta patología; existe evidencia de que se extiende de las células ganglionares de la retina al cuerpo geniculado lateral y a la corteza visual en los hemisferios cerebrales. Ante fenómenos de espasmo, isquemia o bajo flujo, se desencadenan reacciones bioquímicas, estrés oxidativo y otras situaciones que contribuyen al desarrollo de esta neuropatía. Con el objetivo de evaluar con mayor profundidad a los pacientes glaucomatosos, se realizó una revisión sobre la influencia de las más frecuentes enfermedades sistémicas en la neuropatía óptica glaucomatosa.

Palabras clave

presión intraocular; nervio óptico; glaucoma; neuropatía


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