La endoftalmitis endógena por Candida, un marcador pronóstico
Isabel Ambou, Lisis Osorio Illas, Liana Lastra Pérez, Leonel Ramos Bello, Katia Lora Domínguez
Resumen
La candidiasis es la causa más común de endoftalmitis endógena. La afectación ocular se produce entre los 3 y los 15 días siguientes a la fungemia. Las dos formas características de presentación son la coriorretinitis candidiásica, que afecta a la coroides y a la retina sin afectar claramente al vítreo, y la endoftalmitis candidiásica, con presencia de lesiones vítreas redondeadas, de aspecto algodonoso (·perlas vítreas·), características de esta infección. Los síntomas visuales precoces más habituales son la visión borrosa y los flotadores. Se recomienda entonces realizar fondo de ojo en las 2 primeras semanas del diagnóstico de candidemia para prevenir complicaciones oculares y usar la afectación ocular como indicador de probable infección fúngica invasiva. La anfotericina B, el fluconazol, el voriconazol, el posaconazol y el ravuconazol, así como las equinocandinas entre las que se encuentran la caspofungina han demostrado su utilidad en el tratamiento de la coriorretinitis, pero la efectividad disminuye en los casos de afectación vítrea si no se asocian a vitrectomía.
Palabras clave
Endoftalmitis; Candida; candidemia; alteraciones oculares; fondo de ojo.
Esta obra está bajo una
licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional.