Resumen
Las enfermedades oculares que cursan con neovascularización —como la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), la retinopatía diabética, la retinopatía de la prematuridad, entre otras— son causas de discapacidad visual si no son diagnosticadas y tratadas a tiempo. El factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF, Vascular Endotelial Growth Factor) juega un papel importante en la patogenia de enfermedades oculares neovasculares, por lo que el tratamiento con anti VEGF se ha convertido en la diana para las investigaciones relacionadas con esta terapia. En la década de los años 2000 llegaron los fármacos antiangiogénicos; en especial, tras el uso de bevacizumab (Avastin®) endovenoso en pacientes con cáncer, se observó la mejoría de la DMRE en aquellos que coincidentemente tenían esta enfermedad. Sin embargo, los efectos adversos eran muchos. Después se desarrolló un fragmento Fab de anticuerpo recombinante para colocación intravítrea que se nombra ranibizumab (Lucentis®), el cual constituye actualmente el estándar de tratamiento en las enfermedades oculares neovasculares, sobre todo en la DMRE; pero es sumamente costoso y requiere de inyecciones múltiples, lo que encarece aún más el tratamiento.1-2 Con estas inyecciones intravítreas pueden aparecer eventos adversos como la hipertensión ocular y la inflamación; pero también pueden presentarse complicaciones más serias como la endoftalmitis y el desprendimiento de retina.